Muchos emprendedores comienzan su negocio utilizando un RUC personal. Si bien, esto no es algo legalmente incorrecto, podrías estar perdiendo los beneficios que conlleva la constitución de una Sociedad por Acciones Simplificada (SAS).
Detallamos a continuación algunos de los beneficios a los que estarías accediendo al constituir una SAS:
1. Protección de tu patrimonio y el de tu familia
- La constitución de una SAS te permite separar los bienes y deudas propios de los de tu negocio. De esta manera, si tienes algún contratiempo económico en tu negocio, el patrimonio familiar que tanto esfuerzo te ha costado conseguir estará protegido contra insolvencias.
- Para que tu negocio crezca requiere orden, por lo cual, lo ideal es que separes tus finanzas personales de las de tu negocio. Al constituir tu SAS, tendrás un RUC a nombre de tu empresa y podrás abrir cuentas bancarias donde el titular sea la empresa.
2. Logra acuerdos claros con tus socios
¿Cuántos negocios (y amistades) han terminado por emprender informalmente? ¿Si dos personas invierten en un negocio y deciden separarse, cómo se dividen justamente la inversión realizada? ¿Qué le pertenece a cada uno?
- Por medio de la constitución de una SAS es posible establecer porcentajes claros y legalmente exigibles de propiedad sobre los bienes del negocio y derecho de cada socio sobre las ganancias producidas
- Además, se crean reglas claras para incorporar nuevos socios o excluir a socios existentes del negocio.
- Constituir tu SAS, te brinda la posibilidad de establecer acuerdos obligatorios entre socios para una eventual compra de su participación en el negocio
3. Acceso a beneficios tributarios para sociedades
- Por medio de tu SAS podrás acceder a beneficios tributarios exclusivos para nuevas empresas y microempresas, como una menor tarifa de Impuesto a la Renta.
- A su vez, tendrás derecho a un catálogo más amplio de deducciones y deducciones adicionales (por ejemplo, ciertos gastos pueden deducirse al 150%) para rebajar el pago del Impuesto a la Renta generado.
Finalmente, al constituir tu SAS estarás formalizando tu negocio, ganando credibilidad y seriedad con proveedores, bancos y futuros socios.